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Notas de lectura de "Qué buenos padres hablan"

Como padres, lo más problemático es cómo comunicarse bien con sus hijos, lo que favorece su crecimiento y les hace sentir cómodos. De hecho, este problema es el más difícil de abordar. Se puede decir que es un ejercicio que requiere mucha energía y paciencia.

El autor es un psicólogo clínico y experto en paternidad que ha estado involucrado en la investigación de las relaciones entre padres e hijos durante más de 30 años. Es el asesor científico de la revista estadounidense "Parents" y ha dado muchas sugerencias eficaces en el libro.

1. Cómo comunicarse con un bebé que aún no puede hablar

El autor sólo tiene una sugerencia, jugar menos con el móvil. El autor cree que es un hábito saludable que los padres utilicen lo menos posible el teléfono móvil cuando acompañan a sus bebés, de lo contrario el desarrollo emocional y lingüístico del bebé se retrasará.

En términos de aprendizaje de idiomas, los bebés aprenden el lenguaje hablando con los adultos y escuchando a los demás. Si los padres están hablando por teléfono durante mucho tiempo, incluso si el bebé escucha lo que usted dice, no podrá escuchar toda la conversación, por lo que no podrá aprender un lenguaje útil de ella.

Emocionalmente hablando, los teléfonos móviles pueden hacer que los padres ignoren las sutiles solicitudes de interacción de su bebé. Cuando los padres se sumergen en el mundo de los teléfonos móviles, muchas veces muestran un lado frío hacia sus hijos, dificultando que el bebé reciba una atención efectiva y tenga siempre el deseo de aprender el idioma de sus padres. Si las cosas siguen así, afectará la capacidad del niño para mejorar sus habilidades emocionales.

El enfoque correcto es que cuando los padres quieran algo de tiempo para ellos mismos, dejen el teléfono móvil y cojan libros. Esto se debe a que cuando miramos un teléfono móvil siempre saltamos de un contenido a otro. Cuando lees un libro, cuando levantas la vista de la página, el contenido de la página no cambiará. La atención de los padres puede deambular más libremente en el entorno y pueden prestar atención a sus hijos cuando la necesitan. Otra razón es que el mundo de los teléfonos móviles es invisible y cerrado. Cuando los niños ven la portada, el grosor, la textura y la forma en que los padres pasan las páginas de un libro, pueden obtener información útil y la lectura se convierte en un desencadenante de la comunicación.

2. ¿Cómo lograr que los niños de primera infancia te escuchen?

Los niños carecen de racionalidad y autocontrol. Actúan como si no pudieran oírte o rechazan rotundamente tus instrucciones. Es inútil si lo reprendes en voz alta. Esto se debe a que regañar transmite sentimientos de ira, miedo y pérdida de autoridad. Él piensa que estás loco y sabe que ganas esta ronda.

El consejo del autor es:

No importa a qué edad estés hablando, cuando te sientas nervioso, relaja los músculos faciales y los hombros, pon las manos en los muslos, no señalar con el dedo. Y no utilice un tono condescendiente ni imite el tono del niño, lo que le hará sentir avergonzado. El enfoque correcto es bajar el volumen y el tono, y disminuir la velocidad al hablar. Esto demostrará autocontrol y autoridad y le dará tiempo a su hijo para digerir su mensaje.

2. Si quieres que tu hijo haga algo, debes explicarle brevemente tus requisitos e instrucciones, y tu voz debe ser alta y clara. No descartes algunas instrucciones apresuradamente y repítelas en voz alta y en un tono más ansioso cuando el niño no las entienda claramente. El enfoque correcto es mirarlos a los ojos, pronunciar las instrucciones con calma pero con firmeza y pedirles que las repitan.

3. Lo más importante es depositar dinero en el "banco de la bondad" para que los niños sientan bondad. Trate de no aburrirse ni enojarse cuando su hijo charle, sino más bien participar activamente en la conversación.

4. Presta atención a las habilidades al hablar con los niños. Puede intentar hacer preguntas más detalladas durante la conversación. Cuanto más detallado y preciso, mejor. La forma más sencilla es repetir lo que dijo su hijo y hacer preguntas de seguimiento basadas en esa información. De esta forma, el niño expresará sus pensamientos sin ningún escrúpulo y le permitirá comprender sus verdaderos pensamientos.

5. Si sucede algo, asegúrese de finalizar la conversación de manera adecuada. Por ejemplo, puedes preguntar cortésmente y directamente: "Tengo que ir a preparar la cena, pero fue un placer charlar contigo, ¡gracias!". Esto suena más formal, pero demuestra que crees que este tipo de conversación es valiosa y te enseña a ti. niño cómo expresar gratitud.

6. Si la conversación no va bien, no seas terco en llegar a un entendimiento, pero insiste en continuar la conversación. El autor recomienda decir: “Escuché. lo que dijiste y entiendo lo que quisiste decir. "Pero necesito algo de tiempo para pensar en ello". Esto calmará la situación y le dará la oportunidad de prepararse para afrontar el problema. Una vez manejado adecuadamente, será un buen ejemplo para el niño y lo ayudará a manejar la misma situación en el futuro.

7. Rechazar los falsos elogios. Aunque la sociedad defiende y fomenta la educación, demasiados elogios pueden generar elogios equivocados y hacer que los niños se enojen.

Los falsos elogios son un tabú en la comunicación con los niños y la mayoría de los padres no les prestan suficiente atención.

En tercer lugar, cómo hablar con los niños adolescentes

Los niños adolescentes son propensos a tener conflictos cuando se comunican con sus padres. La sugerencia del autor es que los padres se posicionen correctamente: traten a su hijo como a un estudiante universitario extranjero o a una sobrina lejana de otros lugares. El propósito de tu comunicación es aprender las costumbres de su cultura lejana, y debes aprender sobre ellas escuchándolas sin presuponerlas, juzgarlas o intentar corregirlas.

(1) En el caso de los adolescentes varones, no sea un padre molesto, participe en temas que le gusten a su hijo y no se preocupe demasiado ni piense en la vida de su hijo.

1. Crea un * * * tiempo. Por ejemplo, invítalo a la cocina para que te ayude a picar verduras. Si comienza a hablar, escúchalo, ocasionalmente "hmm" para mostrar interés o haz una pregunta relacionada con lo que está diciendo, pero no hables sobre cosas de su vida que te preocupan. Si guarda silencio, hable sobre noticias y chismes recientes para incitarlo a comentar su punto de vista.

2. Crear un diálogo adecuado. A muchos niños no les gusta el contacto visual cara a cara y prolongado, porque a menudo tienen una gran autoestima y les preocupa que su cuerpo sea asimétrico, que su cabello no sea bueno o que encuentre acné en su cara. . Por lo tanto, debemos crear oportunidades para charlar con él mientras estamos sentados uno al lado del otro o realizando actividades físicas. Cuando estemos en la habitación, debemos atenuar o apagar las luces para evitar ver cambios sutiles en su rostro.

3. Presta atención a la información que tu hijo comparte honestamente contigo. Incluso si lo que dice es aburrido y extenso, escúchelo con paciencia y luego hágale preguntas. No anules su opinión ignorante con razones o pruebas, porque si sabe que eres un compañero de vida confiable, más tarde evolucionará hacia una comunicación emocional seria y un intercambio de opiniones, lo que requiere tiempo y paciencia.

(2) En el caso de las adolescentes, las madres deberían dar un paso atrás y dejar que los padres se comuniquen más con sus hijas.

Al padre no le gusta entrometerse en temas privados como a la madre, lo cual es una ventaja. Permite a las niñas sentirse más libres sin ser monitoreadas. Y puede aprender lo que es disfrutar de la compañía de un hombre que la aprecia y la respeta, que es la base sobre la que se forma la autoestima de una mujer.

Lo mejor es que los padres establezcan algunas normas de comunicación familiar con sus hijos, como no regañarse entre sí; no humillarse de forma generalizada; no interrumpirse aunque no estén de acuerdo, escucharse con atención; .

Cuarto, cómo hablar sobre temas importantes

El autor cree que el sexo, la muerte y el dinero alguna vez se consideraron áreas prohibidas para que los padres hablaran, pero en realidad son las más Temas preciosos e impactantes de la vida permiten que los niños aprendan de usted conocimientos básicos sobre estos temas y transmitan sus valores a la próxima generación.

Al hablar de malas noticias como enfermedad y muerte, el autor hace las siguientes sugerencias:

1. Cuando la familia está enferma

Qué son los hijos. Lo que más preocupa es lo que les pasará. Por lo tanto, al explicar una enfermedad por primera vez, se debe explicar claramente al niño cómo los cambios en la situación actual afectarán su vida diaria, qué cambiará y qué no cambiará.

Si se trata de una enfermedad grave, basta con organizar bien el lenguaje y utilizar palabras sencillas para que el niño pueda entenderla. Debido a que la afección puede cambiar rápidamente, no es necesario contarle demasiados detalles. No ocultes tu miedo, admítelo y di: "Las cosas están muy mal, pero hay esperanza. Ambos sentimientos son verdaderos al mismo tiempo".

Mientras tanto, trata de mantener a tus hijos en su vida tanto como sea posible En la vida diaria, nunca ignore a sus hijos ni subestime sus habilidades. Deje que los niños confíen en sus padres, compartan algunas tareas del hogar y no les presten demasiado atención.

2. Cuando fallece un familiar.

Las explicaciones honestas, precisas y directas son las más efectivas. Creo que los niños podrán recuperarse del dolor por la muerte de un ser querido y no necesariamente se verán afectados negativamente. Los acontecimientos tristes suelen ir acompañados del desarrollo de la madurez, la compasión, la paciencia y algunas cualidades preciosas. El uso de explicaciones eufemísticas hará que los niños sientan más pánico y confusión. El uso de la palabra "extremo" para enfatizar cosas extremas e inusuales puede ayudar a los niños a distinguir las enfermedades comunes de los accidentes y reducir el miedo de los niños a la próxima muerte.

El autor también recomienda que llevemos a nuestros hijos a participar en la ceremonia conmemorativa, lo que puede ayudarles a comprender y aceptar la realidad. Debido a que la imaginación suele dar más miedo que la realidad, siempre que la vean con sus propios ojos y escuchen con sus propios oídos, muchas preguntas tendrán respuesta.

Durante este tiempo, también debes prestar atención a los altibajos emocionales que está experimentando tu hijo, expresar tu tristeza abiertamente y hacerle saber que no necesita fingir. También puede procesar su dolor con sus hijos, como llevarlos a un lugar donde usted y su ser querido fallecido visitaron, o alentarlos a que lo ayuden a organizar pequeñas cosas para recordar a su ser querido.

Lo más importante es dejar que los niños salgan de la tristeza y vuelvan a ser felices. No dejes que piensen que una vida feliz es desleal a sus familiares fallecidos. Los propios padres también deberían dar ejemplo y dedicarse a la vida como antes.

Las sugerencias del autor en el libro son muy prácticas. Lo más importante es el "banco de buena voluntad", que es la base de una buena comunicación. Sólo transmitiendo y almacenando buena voluntad se puede profundizar el vínculo de amor y confianza entre los miembros de la familia, y los niños pueden tolerar varias reglas duras e incluso irrazonables. Depositar siempre dinero en un banco de buena voluntad es el arma definitiva para hablar bien con tus hijos.

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