La razón de Ding Jia para sortear
Durero y Néstor eran buenos amigos y ambos eran pintores trabajadores. Debido a la pobreza, tienen que trabajar a tiempo parcial para continuar sus estudios. Pero como el trabajo les ocupaba mucho tiempo, sus habilidades pictóricas mejoraron lentamente. El sueño fue tan difícil que los separó a ambos. Después de estar confundidos durante mucho tiempo, a las dos personas se les ocurrió una manera y decidieron echar suertes. Una persona trabaja para sustentar los gastos de manutención de la otra, mientras que la otra se dedica a estudiar arte.
Durero ganó y pudo seguir estudiando. Nestin, por otro lado, trabaja duro para mantener a dos personas. Pronto, Durero fue a estudiar a varias ciudades europeas, mientras Néstor continuaba trabajando y trabajando duro sin arrepentimientos, ganándose la vida para ambos y los gastos de estudio de Néstor, y cumpliendo su promesa. Unos años más tarde, después de que Durero triunfara, encontró a Nestin según su acuerdo original y cumplió su acuerdo de apoyar el estudio de Nestin. Pero descubrió que debido a su duro trabajo para mantenerse, los dedos originalmente hermosos y sensibles de Néstor estaban rígidos y torcidos, y quedaron dañados de por vida, lo que le impedía operar el cepillo con sensibilidad. Durero estaba desconsolado. Sin embargo, Nestin sonrió generosamente. No se sentía triste en absoluto porque no podía cumplir su sueño de ser artista. Al contrario, estaba lleno de entusiasmo por el éxito de su amigo.
Ese día, Durero visitó a Nestin y lo encontró arrodillado en el suelo con las manos entrelazadas, orando en silencio y sinceramente por su éxito. El talentoso artista pintó las manos orantes de su amigo con los ojos húmedos. Esta pintura se hizo mundialmente famosa como las manos en oración.
Iluminación: Detrás de cada persona exitosa, en realidad hay un par o más de esas manos, que son dignas de ser recordadas por quienes han tenido logros brillantes y quienes no. Apreciemos nuestro éxito, incluidas las oportunidades en el camino hacia nuestras metas, porque el viaje de nuestros sueños no solo acumula nuestro sudor, sino que también condensa los esfuerzos de muchos amigos que nos rodean.