En "Adiós amantes", el matrimonio de diez años de Zhang He y Guo Keyu terminó en daño mutuo.
1. Dos personas no están en la misma frecuencia. Aunque han vivido juntos durante diez años, una mirada más cercana revela que son independientes. Tú sigue tu camino, yo cruzaré mi puente de una sola tabla. Las vidas de dos personas no se fusionan, como dos líneas paralelas sin intersección. Mire sus trayectorias de vida: Guo Keyu se levantó a las 5:30 de la mañana, mientras Zhang He todavía dormía. A las siete en punto, Guo Keyu salió a correr mientras Zhang He dormía. Guo Keyu desayunó a las ocho en punto, mientras Zhang He todavía dormía. A las nueve en punto, Guo Keyu está haciendo yoga y Zhang He todavía está durmiendo. A las 20 en punto, Guo Keyu se estaba preparando para irse a la cama y Zhang He estaba comiendo. Guo Keyu vive una vida normal, mientras que Zhang He vive una vida libre. Las dos personas tienen actitudes completamente diferentes ante la vida. Si uno de ellos está dispuesto a ceder y cooperar con el otro, está bien, pero ambos tienen su propia terquedad y se niegan a ceder por el otro.
2. No hay entendimiento mutuo. Si una familia quiere ser feliz y armoniosa, debe requerir los esfuerzos conjuntos de ambos, marido y mujer. Dos personas deben ser consideradas, entenderse y apoyarse mutuamente. Pero Guo Keyu y Zhang He son diferentes. Siempre se culpan mutuamente cuando ven que la otra persona no está dispuesta a cambiar por sí misma. No se dan cuenta de que los sentimientos son mutuos y requieren una interacción bidireccional entre ellos. Conforme pasó el tiempo, los dos se quejaron más y su vida ya no era buena. Hay un resentimiento generalizado en todas partes. Este tipo de matrimonio sólo es doloroso.
Cuando entran al salón matrimonial, deben tener las mejores expectativas. Pero no saben que después de vivir el matrimonio, están agotados física y mentalmente y se dan cuenta de que la persona que les rodea parece cada vez más inadecuada para ellos. Quizás sólo la separación pueda eliminarlo.