¿Qué significa "Casarse con una esposa de pómulos bajos y un hombre sin cejas"?
Durante el proceso de nacimiento y crianza de la civilización china, varias tribus continuaron fusionándose y eventualmente se convirtieron en una. Muchas teorías de la civilización china son muy misteriosas, como la adivinación, la adivinación y la brujería. Ahora parece que todo esto se debe a que los antiguos tenían capacidades cognitivas limitadas y no tenían mucha base científica. Existe un proverbio relacionado con la apariencia facial, que también es el estándar para que los antiguos eligieran un cónyuge para casarse. ¿Qué significa esta frase? ¿Hay alguna base para esto?
Primero, cásate con una esposa sin pómulos altos.
En la antigüedad, las bodas y los funerales eran acontecimientos importantes en la vida, y elegir cónyuge era extremadamente importante. Por ejemplo, en la época feudal, las esposas no se casaban con mujeres de pómulos altos. Los antiguos creían que las mujeres con pómulos altos eran generalmente más fuertes. El hombre tiene pómulos altos y un rostro atractivo. Si una mujer tiene pómulos altos, no es femenina. En la antigüedad, le enseñaban a obedecer a su marido, por lo que las mujeres con pómulos altos parecían fuertes. En segundo lugar, los antiguos creían que las mujeres con pómulos altos eran maridos y no se recomendaba casarse con una mujer así.
En segundo lugar, casarse con Han no está entre las cejas.
Los antiguos también tenían sus propios estándares a la hora de elegir marido, sobre todo no casarse con un hombre con cejas. ¿Por qué es esto? Las cejas dobles se refieren a dos cejas conectadas entre sí en el medio. A los ojos de los antiguos, los hombres con las cejas juntas eran generalmente tranquilos, tenían un temperamento extraño y eran propensos a los extremos. Un hombre así no es apto para ser marido. Los antiguos creían que el cabeza de familia debía ser varonil y de mente abierta. Si es reflexivo y se preocupa por todo, nunca tendrá éxito en nada de lo que haga. Un hombre así no es apto para ser cabeza de familia.
En tercer lugar, este proverbio no es razonable.
A los ojos de la gente moderna, estos proverbios no tienen fundamento. No tiene nada que ver con la apariencia y la personalidad de una persona. La fisonomía antigua es sólo una suposición aproximada y no existe evidencia clave que lo demuestre. Muchos proverbios son en realidad contradictorios. Por ejemplo, no se juzga a las personas por su apariencia, lo que entra en conflicto con lo anterior. La razón por la que pensamos que ciertos proverbios antiguos son correctos es porque vemos el proverbio que queremos ver y resulta que se ajusta a nuestros pensamientos, por lo que pensamos que es correcto.
Conclusión:
Los proverbios cubren una amplia gama de áreas y también son una forma de heredar la cultura antigua. Ante estos proverbios no podemos generalizar. Algunos refranes sí tienen su validez, como los relacionados con el tiempo. Estos proverbios son la cristalización de la sabiduría de nuestros antepasados, pero algunos proverbios son producto de la superstición feudal y no se pueden creer completamente. En segundo lugar, la elección del cónyuge no es una elección de rostro, y si dos personas pueden unirse no está determinado por el rostro. Requiere una base emocional profunda. Juzgar si pueden casarse por sus caras es una tontería.