Los antiguos que no creían en la adivinación_Los antiguos que no creían en la adivinación
En la antigüedad, los adivinos podían predecir el destino de otros y ayudar a las personas a cambiar sus nombres, pero estas personas no podían convertirse en emperadores por las siguientes razones.
Uno: diferentes entornos de vida
Cada persona que puede convertirse en emperador tiene habilidades extraordinarias. Convertirse en emperador requiere instrucción estricta y comportamiento estandarizado. El emperador vivía en una familia adinerada y recibió una educación superior desde una edad temprana, o vivía bajo opresión y esperaba oportunidades. Para decirlo sin rodeos, todos esos adivinos son estafadores, pero eso no excluye a los que realmente saben adivinar la fortuna, pero la mayoría de ellos no son confiables. La mayoría de estos adivinos sólo intentan ganar algo de dinero para mantener a sus familias y no tienen grandes ambiciones.
Dos: No saben calcular.
Todos sabemos que los médicos no pueden curarse solos y los profesores no pueden enseñar a los niños. Aunque esos adivinos pueden contar los asuntos de otras personas, no pueden contar los suyos propios. Además, hay algunos adivinos que realmente pueden predecir su vida, pero no su propio futuro. Además, no tienen el coraje de ser emperador.
Tres: Problemas de capacidad
La mayoría de las personas que pueden convertirse en emperadores son talentosas, sabias, valientes y emprendedoras. Pueden convencer a los ministros y al pueblo de que los ministros del pueblo están dispuestos a serle leales. Esos adivinos ganan dinero con pequeños medios. Incluso si pudieran convertirse en reyes, ¿cuántas personas los reconocerían y creerían en ellos? Se dice que defender el país es más fácil que defender el país. Gestionar un mundo no es algo que la gente corriente pueda permitirse. Estos adivinos no tienen capacidad para gobernar el país.
Si los adivinos realmente pueden predecir el futuro, ¿cómo podrían caer en lo que ahora consideramos una superstición feudal? Como sucesores del socialismo, debemos creer en la ciencia.