1987 Adivino masculino
Hay muchas fuerzas que afectan la vida, y el destino es una de ellas. La fuerza más grande que afecta la vida es la providencia, que es la fuerza de la naturaleza. Como los humanos son productos de la naturaleza, la naturaleza no puede escapar a las leyes de la naturaleza. Es por eso que cuando ocurren desastres naturales, no importa la vida buena, mala, larga o corta, todos mueren juntos.
Una ley de planificación familiar permite que aquellas constelaciones con diez niños y ocho niñas tengan solo un hijo y dos hijos. En una crisis financiera, los fondos de cientos de millones de personas se redujeron al mismo tiempo. Éste es el poder de la suerte nacional.
La misma vida rica, nacida en un país desarrollado, con un patrimonio de más de 100 millones. En los países en desarrollo, puede ser de unos pocos millones o incluso menos. Este es el poder del medio ambiente.
Para el mismo horóscopo, uno nació en una tierra árida, el otro nació en una tierra árida con arena y rocas voladoras, uno nació en una tierra hermosa y rica, y el otro nació en una ciudad próspera. Las situaciones de la vida son definitivamente diferentes. Éste es el poder del Feng Shui.
Con la misma personalidad, si una persona es diligente, otra es perezosa, una es virtuosa y hace el bien, y otra comete delitos y maldades, los resultados en la vida definitivamente serán diferentes. Este es el poder de las propias acciones, que también afectarán en gran medida la vida.
Entonces, el destino dominará la vida, pero no puede determinar la vida. También hay una trama que deifica la precisión de la adivinación. Debe negarse la idea de un destino, dos fortunas y tres feng shui. Es un error pensar que el destino lo determina todo. Es inútil esperar utilizar horóscopos para explicar todas las trayectorias de la vida. No es apropiado anteponer el destino y confiar ciegamente en los adivinos para que guíen su vida.