La adivina de catorce años
Conocer el destino a los 50 años no se aprende adivinando, pero tras vivir los primeros 50 años de vida, a través de la especulación sobre experiencias conocidas, el destino futuro es básicamente Trayectoria de vida fija.
El destino de una persona no es fijo, sino que puede cambiarse mediante un comportamiento adquirido. No hay nada predestinado en absoluto, el resultado se debe únicamente a sus acciones previas, lo cual también es subjetivo.
Los niños de catorce años todavía tienen mucho tiempo para experimentar la vida en el futuro. Hay muchas variables, por lo que aún debes confiar en tus propios métodos.