Chismes infantiles
Cuando los niños chismean, muchas veces piensan que están diciendo la verdad y no chismeando.
Por ejemplo, en el pasillo, el niño vio accidentalmente a un compañero travieso entrar a la oficina del director y luego comenzó a decirles a otros estudiantes que XXX podría haber sido castigado por el director por gastar una broma. Entonces la gente empezó a adivinar qué había hecho xx. Aunque fue castigado, la verdad del asunto no es necesariamente que xx estuviera equivocado.
En este momento, las palabras y acciones poco realistas del niño afectarán a los demás, pero el niño mismo no se da cuenta. Por eso debemos enseñar a los niños a distinguir entre hechos y opiniones en la información.
A veces los niños saben algunas noticias, pero puede ser inconveniente contárselas a otros y puede herir a algunas personas. Por favor, no difunda rumores.
Esta situación también es insoportable para los adultos, por decirlo sin rodeos. Sin embargo, en el caso de los niños, si el protagonista de la noticia eres tú, ¿no te gustaría que otros difundieran tu noticia?
2. El chisme no puede traer amistad
Además, a los niños les gusta a menudo chismear para estrechar amistades y ganarse el amor de más personas. A los ojos de los niños, la persona que tiene más información suele ser la más popular.
Una cosa que queremos señalar a los niños es que si usted chismea a menudo sobre los demás, otros estudiantes también lo harán sobre usted, lo que permitirá a los niños juzgar por sí mismos si les gusta que otros hablen de ellos en el futuro.
Además de este problema, los padres también pueden guiar a sus hijos para que hagan cosas que les gusten con sus amigos, o participar en actividades grupales significativas para establecer amistades cercanas. Deje que sus hijos sientan la vulnerabilidad de los vínculos que se construyen a través del chisme.
3. ¿Decir o no decir?
Aún es importante aprender a juzgar.
Si un niño se entera de que un compañero vendrá mañana al colegio con un cuchillo, o que está comiendo muy poco para perder peso, debe comunicárselo a un adulto en quien pueda confiar para que tome las medidas necesarias.
Si este compañero es castigado/la relación entre el niño y este compañero se vuelve mala), no hay necesidad de sentir culpa excesiva.
Te gustan los chismes, y a las muñecas, los brazos, pero aun así tienes que hacerlo durante la extradición.
En el caso de otros chismes comunes, algunos niños tomarán la iniciativa de hablar sobre ellos, pero escucharán a otros compartirlos y difundirlos. Casi todos los niños, al igual que el juego de iniciar frases, pueden utilizar juegos para hacerles sentir lo fácil que es distorsionar la transmisión de información y lo poco fiables y aburridos que son los chismes.
Sin embargo, a los amigos de un niño les puede gustar especialmente difundir chismes, e incluso si el niño no los difunde, es difícil que se niegue a compartirlos con sus amigos. No queremos que la próxima vez nuestros hijos escuchen chismes que digan: “Estas cosas no tienen nada que ver conmigo, no me interesan”, y eso se puede dejar claro.