¿El Feng Shui afecta el matrimonio?
Pero cabe señalar que la felicidad y la estabilidad del matrimonio dependen no sólo de la disposición y decoración del Feng Shui, sino también de la elección del cónyuge y del momento adecuados. La sociedad actual concede mucha menos importancia al matrimonio que la antigua China. Debido a esto, muchas personas no toman en serio el matrimonio y se casan y divorcian fácilmente. A primera vista parece ser la elección correcta, pero no saben que los momentos más gloriosos y juveniles de sus vidas han pasado, y algunos incluso pagaron el precio con sus vidas. Comprender correctamente el estilo de vida que se debe mantener después del matrimonio. Dos personas forman una familia, sus auras se van mezclando gradualmente y las contradicciones discordantes luchan constantemente.
Si tanto el marido como la mujer pueden comprender el temperamento, el estilo de trabajo, las fortalezas y debilidades del otro y determinar una forma relativamente estable y razonable de llevarse bien, entonces muchos conflictos y conflictos se reducirán al llevarse bien, y al mismo tiempo, se pueden prevenir de antemano problemas en el desarrollo del matrimonio y posibles crisis, lo que puede garantizar eficazmente la armonía del matrimonio. Aunque en la cultura tradicional china, el Feng Shui tiene un impacto importante en la vida y las carreras de las personas, no afecta directamente la relación y la relación matrimonial entre marido y mujer. La formación y el mantenimiento de un matrimonio emocional están más determinados por la comprensión mutua, el respeto, la confianza y la comunicación entre marido y mujer.
Por lo tanto, no sea demasiado supersticioso con el Feng Shui, pero preste atención al entendimiento mutuo y la comunicación entre marido y mujer para mantener la estabilidad y la felicidad del matrimonio. Si hay una falta de confianza mutua y comprensión entre las parejas, la relación puede estar todavía en crisis. Por lo tanto, el establecimiento y mantenimiento del matrimonio requiere los esfuerzos conjuntos y la comunicación de ambos cónyuges y, lo que es más importante, el respeto y la comprensión de las necesidades y sentimientos de cada uno.