¿Cómo ser un buen padrastro o madrastra?
1. Reduzca sus expectativas. A los ojos de los niños, los padrastros irrumpieron en sus familias y se llevaron a sus queridos "enemigos". El hijastro siempre pone el foco en sus padres biológicos y pone todos sus defectos en sus padrastros. En este momento, debes estar mentalmente preparado con antelación. Los niños tienen una naturaleza infantil. No espere que sus hijos se lleven bien con usted de inmediato. Ajustar primero sus expectativas reducirá la ansiedad y la preocupación de las parejas que se vuelven a casar.
2. Si realmente amas a la otra persona, amarás a sus hijos desde el fondo de tu corazón. La hija abrazó el cuello de su madre y suplicó con lágrimas en los ojos: "Mamá, no quiero un padrastro. De ahora en adelante te escucharé y te serviré. ¿Qué mujer en el mundo podrá contener sus lágrimas?". ¿niño? En este momento, el hombre debe aparecer como el gran amigo del niño, contarle historias, hacer los deberes y jugar con el niño. Sólo con el tiempo podrá ganarse la aprobación del niño. ¿Está dispuesto el hombre? Este es un gran problema. Por lo tanto, si las familias que se vuelven a casar quieren llevarse bien con los hijos del otro, deben amarse de verdad.
3. Trata con sinceridad. No creas que la otra persona es un hijastro, así no te atreves a expresar tu verdadero yo ni provocas conflictos. No se lograrán relaciones interpersonales fluidas si se traga la ira. Las buenas relaciones interpersonales se basan en la "verdadera autoexposición" de ambas partes. Decir la verdad es el método más poderoso y de menor daño. No creas que mientras te vaya mejor que a tus padres biológicos, podrás tener una buena relación de hijastro. Este tipo de comparación oculta bajo palabras y hechos suele herir el corazón del hijastro. En cambio, es mejor enfrentar el problema de frente y admitir que nunca serás tan bueno como tus padres, pero harás todo lo posible para brindar lo que puedas como padrastro. De esta manera, los niños también dejarán de lado sus "exigentes" y "hostiles" y se darán mutuamente la oportunidad de establecer verdaderamente una relación.
4. Posicionamiento preciso. Los padrastros no deberían intentar reemplazar a sus padres. No es incoherente dar a los padres una posición y un espacio inquebrantables en la psicología de sus hijos. Los niños pueden darles a sus padres el amor de sus padres y también pueden darles a sus hijastros el amor que se merecen. Porque desde el punto de vista psicológico nadie puede "traicionar" a sus padres. Enamorarse del padrastro, cortar la relación con el progenitor o evitar hablar de la relación entre los progenitores hará que el niño caiga en un fuerte conflicto psicológico. Sólo cuando los padrastros respeten plenamente a sus ex y permitan que sus hijos mantengan un contacto cercano y estable con sus padres biológicos, los niños estarán dispuestos a establecer una nueva relación familiar con sus padrastros.