Si su EQ no es suficiente y su IQ es el mismo, ¿qué signos del zodíaco pueden ofender fácilmente a los demás con sus palabras y acciones, y las buenas intenciones no son recompensadas?
Virgo Virgo tiene un coeficiente intelectual alto, siempre le gusta buscar la independencia y también le gusta buscar la perfección en el trabajo. Muchas veces también es muy crítica consigo misma. No le gusta que la culpen, pero siempre encuentra fallas en los demás y no le gusta la forma en que los demás hacen las cosas. A menudo ofenden a la gente y les gusta usar sus propios métodos ya sea hablando o sirviendo como funcionarios. Lo que dicen es duro y los demás no entienden por qué. Al final, arruina las relaciones. Aunque el punto de partida es bueno, resulta sencillamente incomprensible. Lo mismo ocurre en el amor. Siempre quieren utilizar la violencia fría para obligarse mutuamente a crecer, lo que conducirá a la ruptura del amor.
La gente Leo Leo es muy inteligente, no inteligente. A menudo tienen gran sabiduría, previsión y una visión general. No les importan muchas cosas pequeñas y pueden ser abiertos y honestos frente a los demás. Sin embargo, tienden a amar las cosas, su cerebro está puramente influenciado por las emociones y hacen las cosas sin mucha consideración cuando se trata de trabajo. Terminas avergonzándote y puedes tener graves consecuencias para los demás. Siempre hacen cosas malas con buenas intenciones. Lo mismo ocurre con el amor. Está claro que no son tontos, es sólo que a la gente le cuesta entender el trabajo que hacen. Ni siquiera ellos mismos saben lo que han hecho. Al final se les hizo difícil llevarse bien y se separaron.
Sagitario Las personas Sagitario tienen una mente simple, pero sus extremidades están muy desarrolladas. Están demasiado nerviosos para creer lo que dicen los demás. Si conocen a la persona equivocada, es posible que se aprovechen de ellos en el futuro y ayuden a otros a promocionarse. Piensan ingenuamente que los demás son sinceros en su amabilidad hacia ellos, especialmente los amigos que los rodean, y por supuesto se lo agradecerán. Debieron haberse enojado mucho cuando se dieron cuenta de que los habían engañado, pero no tenían idea de lo feos que eran la última vez. Prestaré más atención a los trabajos que encuentre en el futuro y no volveré a dejarme engañar tan fácilmente.