Mi madre me llevará nuevamente al templo mañana. No sé por qué, pero ahora me disgusta cada vez más ir a los templos. Porque mi madre practica el budismo desde hace más de diez años, pero su temperamento sigue siendo el mismo.
Adorar a Buda no es pedirle a Buda que nos dé algo, sino rezarle a Buda con la mentalidad de pedir dinero. Esto es una blasfemia contra Buda. Porque el Buda les dijo a todos que no se apegaran a nada, que se relajaran, que se relajaran, que estuvieran tranquilos y que luego tuvieran la mente clara y hicieran las cosas de manera más eficiente.
Puede que tu madre no entienda las enseñanzas del budismo. Pero como hijo de hombre, no tienes por qué oponerte ciegamente a ello. Para los mayores, la piedad filial es lo primero.
Tal vez puedas comunicarte con ella primero, preguntarle por qué va con frecuencia al templo y luego, poco a poco, expresarle tus opiniones. La comunicación puede resolver problemas.