El padre de Chengdu ajusta cuentas e insta al matrimonio. "Casarse a los 25 años es 5 años más feliz que casarse a los 30."
A los ojos de los padres, siempre piensan que sus hijos serán felices en cuanto se casen, pero los tiempos han cambiado. No es que puedas ser feliz tan pronto como te cases, pero puedes ser feliz cuando conoces a alguien del sexo opuesto que realmente te ama. Si te casas apresuradamente debido a la insistencia de tus padres, entonces si ambas partes no se conocen muy bien, fácilmente surgirán conflictos después del matrimonio y la sensación de felicidad, naturalmente, no será muy fuerte. Sin embargo, esto no se puede explicar claramente a los padres. Quieren que sus hijos se casen cuando tengan 20 años. Si tiene más de 30 años, será hombre/mujer mayor. Para entonces será difícil casarse.
Entonces, ¿cómo deberías lidiar con las frecuentes ganas de casarte de tus padres? A continuación te presentamos tres formas de evitar esta situación en la medida de lo posible sin dañar la relación con tus padres.
1. Comprenda a sus padres y analice el tema de instar al matrimonio desde su perspectiva antes de comunicarse. Porque muchas de sus visiones de la vida, los valores y el matrimonio han sido finalizadas y tienen huellas de su época específica. Por lo tanto, en lugar de refutar ciegamente a tus padres, es mejor demostrar con calma que estás de acuerdo con sus motivos y puntos de partida, y que comprendes las preocupaciones y preocupaciones detrás de sus ganas de casarse. Puedes acompañar y escuchar a tus padres con paciencia, para que los padres puedan sentir que sus hijos intentan comprenderlos y acompañarlos. ?
2. Confiesa tus planes de matrimonio. Cuéntales claramente a tus padres sobre tus planes matrimoniales y que tienes buenos planes de trabajo y matrimonio, para que no tengan que preocuparse demasiado. Que los padres se den cuenta de que, como adultos, pueden organizar su propia vida y su trabajo. ?
3. Comunicación pacífica. Ante la frecuente presión de los padres para casarse, muchos jóvenes se impacientan y luego se pelean con sus padres, provocando rupturas en la relación entre las dos partes. Esto no solo evitará que tus padres te insten a casarte, sino que también hará que tus padres piensen que tu estado de ánimo se debe a tu falta de pareja, animando así a otros mayores a instarte a casarte.
Sobre la cuestión de instar al matrimonio, todavía esperamos que padres e hijos puedan tratarlo de manera racional y evitar conflictos.