Siempre hay algunas personas que son tercas. ¿Qué tan difícil puede ser para una persona?
Yo tenía un líder que era así. Pertenecemos al departamento de mantenimiento y cada vez que encontramos una falla en el sitio, el líder siempre habla pero no hace nada. Muchas veces, aunque tenía razón, él siempre "corregiba" mis defectos. Y siempre fui utilizado como "modelo a seguir" y acusado de mis "errores" en muchas reuniones. A los líderes siempre les gusta decir "absolutamente", "hagamos una apuesta" y "100% como yo".
Más tarde, por diversas razones, dejé mi trabajo original y ya no era su subordinado. Luego hubo una falla en el campo que pocas personas pudieron manejar. En su desesperación, los líderes no tienen más opción que tomar el asunto en sus propias manos y utilizar sus propias teorías para practicar, pero el resultado siempre es el fracaso. Después del fracaso, el líder seguirá expresando sus "altas opiniones" y luego se marchará.
Un maestro que había trabajado con el líder durante más de 20 años no pudo soportar más, así que le hizo un resumen bastante contundente: “Cuando se arroja la cabeza de un burro en una olla de sopa, el La carne se pudrirá, pero la boca no. Viejo Maestro. Este resumen nos hace sentir lo mismo. Ser terco no es malo, ser terco es malo.