¿Cómo evitar que los estudiantes de secundaria se vuelvan adictos a los juegos móviles?
Punto 1: Se permite jugar, pero hay que controlar el tiempo.
Si tu hijo quiere jugar con un teléfono móvil, puedes dejarle jugar con él, pero debes comentar con él los momentos interesantes antes de jugar. Por ejemplo, puedes hacer una llamada telefónica durante 30 minutos, pero después de 30 minutos debes colgar el teléfono y hacer otras cosas. Si se rompe, serás castigado, como no utilizar el teléfono durante tres días consecutivos.
Segundo punto: Debes terminar tus propias cosas antes de jugar.
Di a tus hijos que deben hacer lo necesario antes de jugar con el móvil. Solo podrás jugar con tu teléfono después de terminar. Si es durante el horario normal, debes terminar tu tarea antes de poder jugar. O ayudar con la limpieza de la casa, hacer las tareas del hogar, etc.
Punto 3: Oculta tu teléfono móvil/dispositivo electrónico o apágalo.
Si no queremos que nuestros hijos jueguen con móviles o gadgets, que no aparezcan en sus ojos. Podemos ir a casa y esconder el teléfono, o apagar la batería, sacar la batería, etc. Si no hay forma de apagar la batería, etc., ocultelo para que sus hijos no puedan verlo. Los niños no pueden jugar si no tienen batería o no encuentran su teléfono móvil.
Si no queremos que nuestros hijos sean adictos a los teléfonos móviles en lugar de a los juegos móviles, entonces nuestros padres no pueden convertirse en teléfonos móviles. Si en casa siempre jugamos con el móvil y quieres que tus hijos sean obedientes y se mantengan alejados del móvil, es absolutamente imposible porque sus padres están ahí y los niños están comentando.
Por eso, ¡nuestros padres deben dar ejemplo y guiarnos a no jugar con el móvil!