Tratamos a los extranjeros como a nuestros amos, ¿por qué nos tratan como a sus nietos?
Si hasta ahora hemos considerado amos a los extranjeros es porque estamos equivocados, porque somos tacaños, porque somos esclavos extranjeros.
En realidad, no quieren ser maestros, ni merecen ser maestros. Es solo que hay muy poco calcio en nuestros huesos.
Es hora de que los tratemos como animales avanzados como nosotros.