La denominación de las estrellas
Y algunas constelaciones y soles tienen su propia mitología general y se cree que son los espíritus de los muertos o dioses. Por ejemplo, el Gran Espíritu Cinco representa a la Gorgona Medusa.
En la antigua Grecia, se sabía que algunas estrellas eran planetas (que significa "vagabundos") y representaban a varios dioses importantes. Los nombres de estos planetas son Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno (aunque Urano y Neptuno también son dioses en la mitología griega y romana, su luminosidad es relativamente tenue, por lo que los antiguos no los descubrieron, y sus nombres fueron dados más tarde por astrónomos).
Hacia el siglo XVII, cada región daba los nombres de las constelaciones, montañas y estrellas. En 1603, el astrónomo alemán Johann Bayer creó una nomenclatura Bayer que combinaba secuencias de letras griegas con constelaciones para nombrar cada estrella de la constelación. Luego, el astrónomo británico John Frost inventó la nomenclatura de los sistemas numéricos, que es la nomenclatura flamenca. Desde entonces se han creado directorios para muchos otros sistemas.
En Occidente, el astrónomo aficionado alemán Bayer propuso en 1603 que las estrellas de cada constelación debían representarse mediante el nombre de la constelación más una letra griega, en orden de más brillantes a más oscuras. Por ejemplo, Alpha Orionis (Betelgeuse) y Beta Orionis (Betelgeuse) (pero Beta Orionis es en realidad más brillante que Alpha Orionis). Si el número de estrellas de la constelación supera las 24 letras griegas, se seguirán utilizando las letras latinas minúsculas (a, b, c...), pero no las letras latinas mayúsculas (A, B, C). basta...).
Francstead, el primer astrónomo británico, creó una nomenclatura numérica para numerar las estrellas visibles a simple vista en la constelación de oeste a este y de norte a sur. La única organización de la comunidad científica que puede nombrar estrellas u objetos celestes es la Unión Astronómica Internacional. Muchas empresas privadas (como el "Registro Estelar Internacional") venden principalmente nombres de estrellas, pero estos nombres no serán reconocidos por la comunidad científica excepto los compradores, y nadie los utilizará. Además, muchas instituciones se hacen pasar por instituciones astronómicas y engañan a la gente para que compre nombres de celebridades.