Quiero nombrar a mi hija en tres palabras: 2012, 06, 17, 10:23. Nací, mi apellido es Lu.
Personalmente, creo que la connotación cultural y el significado educativo de el nombre son los más importantes. Un buen nombre puede cultivar los sentimientos del niño, insinuar expectativas propias, fomentar la superación personal, convertirse en el primer paso perfecto en la educación familiar, atraer la atención y el favor de los demás, dejar una impresión preconcebida y aumentar las posibilidades de éxito del niño en su vida. vida. Estos beneficios se logran principalmente a través de la rica connotación y atmósfera cultural del nombre, así como de la frescura y belleza del nombre.