Corazón como un caballo salvaje
¿Por qué caminas rápido y lento? Son tus ojos los que me preocupan.
Mi corazón es un caballo salvaje, lo clavas con herraduras.
El agua en la montaña delantera se ha aplanado y los zapatos de hierro que me diste no se pueden romper.
Mi corazón es un caballo salvaje. Le pones una silla de montar.
No siento ninguna carga, solo recuerdo tu abrazo.