¿Dónde sufre la gente impaciente?
Si te identificas demasiado con tus propias emociones y pensamientos, serás controlado por tus propias emociones y pensamientos. Ante una situación, hay reacciones automáticas. A menudo se mete en dilemas contradictorios. Lo lamentarás mucho después.
¿De qué te arrepientes? Lamento no haber hecho esto. Lamento haber leído y escuchado más, aprendido más sobre la situación real y considerado si había otras formas de resolver el problema.
Lamento no haber seguido mis sentimientos e ideas impulsivos.
Entonces, ¿qué debemos hacer en ese momento? ¿Quién debería ser responsable? Se debe permitir que la conciencia tome decisiones.
El mundo espiritual humano se divide en tres partes: conciencia, pensamiento y emoción.
Las emociones son la respuesta del cuerpo a sus propios pensamientos. A menudo las emociones se sienten antes que el pensamiento. Las emociones tienen la característica de hacer que las personas actúen rápidamente. Desempeñando así el papel de proteger a las personas.
El pensamiento lo hace el cerebro. El cerebro, como el corazón, es una herramienta automatizada que no está controlada por los humanos. Procesa y organiza constantemente la información absorbida del mundo exterior, generando diversos pensamientos e ideas sin parar. Tu cerebro es una poderosa herramienta de vida cuando se trata de pensar. Cuando el cerebro no necesita pensar, sigue funcionando todo el tiempo, generando constantemente diversos pensamientos e ideas, la mayoría de los cuales son repetitivos e inútiles. Además, el cerebro analiza problemas y toma decisiones basadas en experiencias pasadas. Muchas ideas generadas por el cerebro están equivocadas.
¿Qué es la conciencia? Cuando nos damos cuenta de que nos miramos a nosotros mismos, nos escuchamos, leemos libros, miramos nuestros teléfonos móviles y pensamos, esta conciencia es nuestra conciencia de que está funcionando. La conciencia es la conciencia, el observador de nuestras vidas.
Como dice el refrán, la belleza está en los ojos de quien la mira. Pero cuando este observador en nuestras vidas falta y es ignorado. Nuestras vidas están controladas por nuestros pensamientos y emociones, y es fácil sentirnos preocupados y preocupados.
La esencia de nuestras vidas no es la materia, ni nuestros cuerpos, ni nuestras emociones. No la mente, sino nuestra conciencia. La conciencia es el rey de nuestro reino de la vida. Cuando nuestras vidas están controladas por la conciencia, hay alegría, amor, paz y serenidad eternas. Porque la conciencia está conectada con la conciencia del cielo y la tierra.
Las emociones y el pensamiento son sólo dos ministros en el reino de nuestra vida, que son muy útiles cuando es necesario. Pero siempre quieren volverse más importantes, siempre quieren sentarse en el trono del rey. Cuando nuestra conciencia está ausente, inmediatamente toman el control de nuestras vidas. Sin embargo, sólo nos traen problemas y dolores interminables.
Si quieres liberarte de los problemas y del dolor, deja que tu conciencia se siente en el trono del rey para siempre. Vive tu vida siempre sobrio y consciente.
Cuando la conciencia se sienta en su trono y controla nuestras vidas, nuestras vidas siempre se sentirán relajadas, claras, seguras y pacíficas. En esta paz y tranquilidad hay alegría y amor eternos.