¿Cómo es tener un padre jugador? Mi padre también es jugador. Desde niño supe que él era un jugador y yo también lo soy. Nunca sentí que fuera un niño malo, ni que fuera un niño no filial. Mi papá es un jugador. Él es mi papá. Amo a mi papá, y amo a mi papá. ¿Por qué? Mi padre no juega, ni juega a las cartas, ni bebe. Era un buen padre, un buen marido, un buen padre. Mi papá es jugador y yo soy jugador, pero nuestras vidas son diferentes. ¿Por qué? Mi padre jugaba. Él es un buen jugador y yo también lo soy.