¿Lin Zhengying realmente entiende el Tao? Hay todo tipo de trucos y estilos en las películas.
Lin Ching-ying, como uno de los personajes clásicos de las películas de zombies de Hong Kong, todos preferimos llamarlo Tío Nueve. Sus habilidades de actuación en la película casi nos hicieron pensar que era un sacerdote taoísta de Maoshan.
Sin embargo, la actuación del tío Jiu solo es brillante en las películas; en la vida real, el tío Jiu no entiende el taoísmo en absoluto y no es una persona que se dedique a estudiar el taoísmo.
Personalmente, la razón por la que el tío Jiu aparece en la película nos da la impresión de que cada movimiento y estilo es diferente, principalmente por las siguientes dos razones:
Una razón: Lam Ching-ying es Wu Di, nacido en la industria cinematográfica de Hong Kong. Muchos actores son miembros del Hong Family Office y Lam Ching-ying no es una excepción. Muchos actores de la clase de Hong conocen algunas artes marciales y, debido a que han practicado artes marciales, sus habilidades son muy fuertes y ágiles, y pueden completar muchos movimientos difíciles.
Es precisamente gracias a su base en artes marciales que Lin Zhengying puede darnos una sensación profesional al rodar películas de zombies.
Muchos de los movimientos fluidos parecen muy estándar y hermosos; junto con su propia integridad y carácter serio, son aún más convincentes.
La segunda razón: la acción se ha filmado innumerables veces y cada película exitosa es inseparable del arduo trabajo de los actores. Creo que la serie de películas de zombies de Lin Zhengying puede lograr tal éxito gracias a su Todo el; arduo trabajo detrás de escena.
Muchos tiros difíciles no se pueden realizar de una sola vez; para lograr el efecto deseado, puede ser necesario repetir el tiro muchas veces para finalmente pasar.
Como público, solo vimos la acción fluida frente al escenario, pero ignoramos el arduo trabajo de los actores detrás de escena.
Además de las dos razones anteriores, la explicación del tío Jiu sobre el conocimiento del Feng Shui hace que la gente sienta que es muy profesional, como un verdadero sacerdote taoísta.