¿Las manos pequeñas agarran tesoros, las manos grandes agarran hierba? Las manos de un niño pueden enviar "señales de coeficiente intelectual", pero no tienen nada que ver con el destino.
La maestra le explicó pacientemente: "Las manitas de su hija son muy flexibles y puede dominar muy bien varios movimientos, ya sea origami o pintar. A primera vista, es una niña inteligente, lo que demuestra que su cerebro está muy desarrollado."
Solíamos decir: "Las manos pequeñas agarran tesoros, las manos grandes agarran hierba". ¿Qué tiene esto que ver con el coeficiente intelectual? ¿Qué está pasando?
Este proverbio circula ampliamente y mucha gente cree que es cierto. De hecho, se trata de un "hermoso malentendido". Cualquier tema que distinga entre autenticidad y trasfondo histórico es un tema falso.
En las sociedades agrícolas antiguas, si una persona tuviera manos grandes y generosas, sería más hábil en la producción agrícola y tendría una ventaja inherente. A primera vista, parece un "buen agarre" para la agricultura. Este es el origen de la "mano grande que agarra la hierba".
Los niños de familias adineradas son el destino de los jóvenes maestros y las señoritas. Han sido mimados desde pequeños y sus manos lucen pequeñas y delicadas, por lo que, naturalmente, no van al campo a desyerbar, por eso se les llama "manitas que guardan tesoros".
Por otro lado, si una persona gasta dinero sin restricciones, todos le llamarán "pródigo" y le resultará difícil acumular riqueza, lo que provocará una disminución de la fortuna familiar y, naturalmente, no hay buena suerte.
Hay que decir que "las manos pequeñas agarran tesoros, las manos grandes agarran hierba" todavía tiene sentido en un trasfondo histórico especial, pero no es científico.
Porque la longitud y la forma de las manos de un niño no sólo están estrechamente relacionadas con la genética de los padres, sino también "positivamente relacionadas" con su propia altura.
Así que la afirmación "la forma de las manos de un niño puede determinar su destino" no es cierta y no tiene nada que ver con el destino, pero podemos ver su coeficiente intelectual en sus pequeñas manos.
Las investigaciones científicas muestran que los niños tienen muchos nervios en las manos. Cuando los niños empiezan a trabajar, estos nervios estimulan el cerebro y forman nuevas conexiones neuronales. Cuanto más rico y complejo sea este vínculo, mejor se desarrollará el cerebro del niño. Las manos del bebé son el "segundo cerebro", lo cual se merece.
En la evaluación de los recién nacidos, existe un "examen" que examina específicamente las manos de los bebés recién nacidos, probando principalmente su capacidad para agarrar cosas y viendo qué tan tensos están los músculos del bebé.
Para los bebés mayores, la flexibilidad de los dedos también es una manifestación del desarrollo cerebral. Cuanto más flexibles sean sus manitas, mejor será su desarrollo mental.
Las manos de los niños pueden enviar estas tres “señales de coeficiente intelectual”. Comparémoslo con alguien que tiene un lindo bebé en casa.
1) Las manos pequeñas son flexibles
El desarrollo motor fino del niño es bueno, lo que indica que su cuerpo y cerebro están bien desarrollados, como pellizcar, sostener, agarrar, tirar, desgarro, etc , se puede dominar perfectamente y utilizar de forma flexible en varios escenarios. A primera vista, es un bebé inteligente.
Los bebés tienen mentes rápidas y pueden explorar constantemente las cosas que los rodean con sus pequeñas manos. El tacto que producen también puede estimular continuamente el desarrollo del cerebro, por lo que a muchos niños les gusta destruir, como romper papel. cavar alcantarillas y ordeñar frijoles de vaca...
Con la premisa de garantizar la seguridad y la higiene de los niños, es posible que los padres deseen alentar a sus hijos a explorar más y utilizar otros juguetes pequeños.
2) Sentir
Aunque algunos niños son pequeños, sus reacciones emocionales son bastante grandes. Por ejemplo, cuando entran en contacto con diferentes cosas, como pelo, juguetes y comida, reaccionarán rápidamente y mostrarán emociones complejas como disgusto, amor y evitación.
Esto demuestra que el niño no sólo tiene un alto coeficiente intelectual, sino que también tiene una buena inteligencia emocional en la línea de salida, pero aún no sabe regular sus emociones de manera razonable. Los padres deberían ofrecer más orientación para evitar caer en una situación de "gran alegría y gran tristeza".
3) Gran capacidad práctica
Los cursos de graffiti, manualidades, empalmes y otros cursos para niños son los que más ponen a prueba la capacidad práctica de los niños. Estos involucran la coordinación ojo-mano de los niños y también son ejercicios beneficiosos para el cerebro.
Los niños con el mismo punto de partida y una gran capacidad práctica tienden a tener un mejor desarrollo cerebral y un coeficiente intelectual más alto.
Por lo tanto, al criar a sus hijos, los padres no deben tener miedo de ensuciarse o tener problemas, dejarles aprender a comer de forma independiente y hacer más cosas que favorezcan el desarrollo temprano del cerebro.
Al mismo tiempo, compra más juguetes educativos para tus hijos, los más comunes son rompecabezas y bloques de construcción, para que tus hijos puedan sostener más piezas con sus manitas y ¡consigan un bebé inteligente!