Es una geisha, no una geisha. ¿Qué es la cultura de las geishas en Japón?
En primer lugar, las geishas son diferentes de los artistas comunes. En Japón, los artistas tienen un alto estatus. Al fin y al cabo, viven de sus dones. Sin embargo, debido al bajo estatus de las mujeres japonesas, las mujeres talentosas pueden convertirse fácilmente en geishas. Confiando en sus propios talentos, apareció en los izakayas japoneses para acompañar a los invitados a comer y divertirse. Puede que sea similar a las acompañantes de KTV, pero las geishas no reciben comisión. En comparación con las heroínas comunes y corrientes, tienen más dignidad.
En segundo lugar, las geishas tienen características diferentes. Se necesita mucho esfuerzo para cultivar una geisha famosa, y el conocimiento y la etiqueta también son diferentes a los de la gente común. En otras palabras, si quieres convertirte en una geisha de alto nivel en Japón, es posible que necesites invertir más recursos humanos y financieros. Desde estudiar hasta formarse y convertirse en una geisha cualificada, no sucede de la noche a la mañana. Tienen que maquillarse mucho, usar zuecos, kimonos y recogerse el pelo para demostrar plenamente la cultura tradicional japonesa.
En tercer lugar, no todas las geishas se venden. En la película "Memorias de una Geisha", hay una escena clásica en la que Hatsumono subasta sus noches después de convertirse en geisha. Para las geishas, esto puede equivaler más bien a un honor supremo. La última oferta del viejo feo. Pero ahora que está siendo subastado, Hatsumono debe sentirse turbulento en su corazón. Pero ésta es la cultura única de Japón y se ha transmitido de generación en generación.