Un equipo de investigación japonés utilizó un radar para dotar a los telescopios de la capacidad de recopilar datos sobre el polvo espacial.
El problema es que los telescopios tienen un campo de visión muy estrecho y los meteoros sólo pueden estudiarse si el instrumento apunta en la dirección correcta en el momento adecuado. Si bien el radar puede escanear grandes áreas del cielo, lo que facilita la detección de meteoros antes de que se quemen, desafortunadamente, el radar solo puede revelar por dónde pasaron los meteoros, pero no su masa y composición.
Pero al analizar las observaciones de ambos métodos, el equipo de investigación de la Universidad de Tokio descubrió las mejores partes de ambos métodos. En 2009, 2010 y 2018, completaron esta misión utilizando la instalación de radar de la atmósfera media-alta (MU) en la ciudad de Shiga, prefectura de Shiga, y el Observatorio Muzeng en el lado de Nagano de Yukoshi.
Las dos ubicaciones están separadas por 173 kilómetros (107 millas), según el equipo de investigación. El MU apunta directamente hacia arriba y el telescopio se puede colocar en un ángulo que apunte a 100 kilómetros (62 millas) por encima del radar. Durante el estudio, la cámara de campo amplio Tomo-e Gozen montada en el telescopio Kiso Schmidt tomó más de 654,38 millones de imágenes cada noche, que los investigadores pueden analizar con un software especial para identificar meteoros débiles. Esta combinación permitió a los científicos observar 228 meteoros mediante observaciones ópticas y de radar.
El equipo de investigación cree que este método permitirá que el radar tenga un campo de visión más amplio, que hasta ahora solo era observable con telescopios ópticos.