Sorteamos para firmar la montaña.
Por supuesto, no creas en el sorteo, simplemente trátalo como un entretenimiento. Hay tantos autógrafos en un templo. Cientos de personas vienen a dibujar todos los días y dibujan el mismo autógrafo innumerables veces al día. Es divertido, pero no muy divertido. No te lo tomes en serio.