Se ha visto obligado a echar suertes.
Por ejemplo, nada más nacer una persona pide constantemente luz solar, aire y nutrientes del mundo exterior. Una persona más en la Tierra significa un espacio habitable menos, lo cual es malo para toda la Tierra.
Simplemente se centra en demostrar que el llamado bien no existe.
Recuerda no dejar que el lado positivo argumente que el mal no existe, o perderás.