¿Quién es el signo del zodíaco que más contrasta?
Leo: Leo es genial cuando está soltero. Insisten en salirse con la suya, hacer las cosas con prisa y no tener en cuenta los sentimientos de los demás. Son muy deslumbrantes y siempre brillan entre la multitud. Son muy independientes y nunca dejarán que otros hagan lo que deben hacer. Pero al enamorarse, Leo es como un bebé, siempre esperando llamar la atención de la otra persona, para que la otra persona sólo se vea a sí mismo. Leo es muy dominante cuando está enamorado. Es necesario informar claramente lo que hacen las parejas cuando salen. Sólo así Leo se sentirá seguro.
Virgo: Es bien conocida la misofobia de Virgo. No quieren que otros utilicen sus pertenencias personales. Si se usan, prefieren tirarlos antes que volver a usarlos. La misofobia de Virgo es terrible. Sin embargo, a Virgo, que está enamorado, esto no le importa en absoluto. Sienten que la otra persona es la más cercana a ellos y no es gran cosa utilizarlos juntos. Gracias al amor, Virgo puede tolerar todos los pequeños defectos del otro. Aunque la otra persona no es tan perfecta, Virgo también está dispuesto a tolerarla y crecer con ella. Este comportamiento hará que la otra persona se sienta cómoda.
Escorpio: Escorpio es indiferente a todo, no se preocupará por algo sin importancia. En otras palabras, nada es tan importante para Escorpio. Analizarán los problemas racionalmente y les encontrarán soluciones. Pero los Escorpio enamorados se preocuparán mucho por sus amantes. Incluso si son tan pequeños como semillas de sésamo, los Escorpio no fingirán no verlos. Cuando se amen, se dedicarán el uno al otro.
Aries: Aries da a las personas la sensación de no tener miedo. Parecen tener un poder infinito para resolver cosas en la vida. También son muy independientes y no se ocupan de sus propios asuntos. Incluso si encuentran problemas, Aries fingirá que no les importa. Sin embargo, después de enamorarse, Aries espera que la otra persona le preste atención, comparta todos los asuntos triviales de la vida con la otra persona y espere que la otra persona lo consuele. Este contraste a menudo deja estupefacta a la otra parte.