¿Cuáles son los tabúes del Feng Shui para la ecologización de jardines?
No plantes árboles en el centro de tu jardín, ya que sus raíces arruinarán un jardín plano. Un gran árbol en el medio también puede bloquear fácilmente la luz del sol de la casa, lo que no favorece la iluminación. Además, los árboles de hoja caduca suelen perder sus hojas, lo que dificulta su limpieza y perjudica su aspecto e higiene. El árbol vuelve al árbol y el árbol en el jardín forma la palabra "atrapado". Vivir allí durante mucho tiempo también tendrá un impacto negativo en la fortuna de una persona.
Tabú 2. No es aconsejable dejar que los árboles se inclinen delante de la casa.
Si hay un árbol inclinado frente a la casa, significa que la luz del sol sobre la casa tiene un ángulo específico y el centro de crecimiento del árbol siempre mira en una dirección inherente. Con el tiempo, es probable que el tronco no pueda soportar las ramas y también habrá riesgos para la seguridad.
Tabú 3: No debe haber árboles muertos en la puerta de entrada.
Si todos los árboles están marchitos y podridos, puede que haya algún problema con la atmósfera de aquí. Si la gente vive aquí, su suerte dependerá de la prosperidad y la decadencia de su suerte. Por otro lado, los árboles muertos frente a la puerta crearán una sombra visual y psicológica que afectará el estado de ánimo de la familia cuando viaje y tendrá un impacto negativo en los residentes con el tiempo. Si hay árboles muertos delante y detrás de la casa, corte inmediatamente árboles nuevos y césped, o busque otras soluciones, como mudarse.
Tabú 4. No debe haber árboles delante de las ventanas.
Las sombras de los árboles oscilantes y las luces y sombras moteadas fuera de la ventana traerán un ambiente refrescante a los residentes, pero se debe tener en cuenta que los árboles no deben estar demasiado cerca de las ventanas, de lo contrario causarán el aire esté húmedo, lo que no es bueno para la salud de los residentes. El maestro de Feng Shui, Fang Xuan, sugirió que el árbol frente a la ventana debería tener más de dos metros de altura. La casa y el árbol deben formar una relación amistosa. Los antiguos decían: "Un árbol es auspicioso para una casa, pero una casa detrás de él es desfavorable". Si un árbol compite con la casa por el espacio habitable, entonces debe haberse alejado de la casa. Por el contrario, si el árbol y la casa son amigables, se "apoyarán" mutuamente. Los árboles brindan sombra y protección contra el viento a las casas, contribuyendo a su calidad arquitectónica y a la salud de sus residentes.