El significado espiritual de los “años buenos” y los “años malos” de José
No existe un buen año permanente en la vida. La vida es como una olla de aceite hirviendo, llena de todo lo que hay en el mundo y todo el mundo está al rojo vivo. Si es posible, ¿quién no quiere tener derecho a la comodidad en un mundo turbulento y quién no espera la bendición de la suerte?
En un buen año no te dejes llevar aunque estés orgulloso. Mantén una mente tranquila y sobria, alerta siempre a las dificultades en los momentos más bajos, no presumas en la cima y no te desanimes en los momentos más bajos. No se deprima demasiado en los años de escasez. Mientras tenga objetivos claros y trabaje duro, algún día soplará el viento. Incluso si te encuentras con una hambruna año tras un buen año, siempre debes tener el coraje de empezar de nuevo. José interpretó el sueño de Faraón. Le dijo a Faraón que las siete vacas buenas y las siete espigas buenas representaban los siete años de abundancia, y las siete vacas malas y las siete espigas malas representaban los siete años de hambre. Habrá siete años de abundancia en Egipto, seguidos de siete años de hambre. Incluso Egipto olvidaría sus cosechas anteriores y toda la tierra sería devastada por el hambre.