¿Se puede curar la enfermedad inflamatoria pélvica?
Fármacos
1. Antibióticos: Es recomendable utilizarlos en combinación. Lo mejor es seleccionar los fármacos basándose en el cultivo bacteriano y las pruebas de sensibilidad a los fármacos.
(1) Penicilina G: 2,4 millones 100.000 unidades por día, goteo intravenoso; una vez que la condición mejore, reducir a 801.654,38+0,6 millones de unidades por día, inyección intramuscular en etapas.
(2) Eritromicina: 1-1,5 g una vez al día, infusión intravenosa, más 0,5 g de kanamicina, dos veces al día, inyección intramuscular.
(3) Gentamicina: 65.438+06.000 unidades al día, repartidas en 2-3 goteos intravenosos o inyecciones intramusculares.
(4) Lincomicina: 0,3-0,6 g cada vez, inyección intramuscular tres veces al día.
(5) Clindamicina: 0,6g cada vez, infusión intravenosa, una vez cada 6 horas. Después de que la temperatura corporal baje a la normalidad, tómelo por vía oral, 0,3 g cada vez, una vez cada 6 horas.
El tratamiento psicológico generalmente alivia las preocupaciones de los pacientes, fortalece su confianza en el tratamiento, aumenta la nutrición, el ejercicio, presta atención al equilibrio entre trabajo y descanso y mejora la resistencia del cuerpo.
Terapia quirúrgica
(1) Tratamiento farmacológico ineficaz: después de 48 a 72 horas de tratamiento farmacológico, si la temperatura corporal no continúa bajando, los síntomas de intoxicación del paciente empeorarán o la La masa aumentará para evitar que el absceso se rompa.
(2) El absceso persiste: Después del tratamiento farmacológico, el cuadro mejora y la inflamación continúa controlada durante varios días (2 a 3 semanas). Si la masa no desaparece pero está localizada, se debe extirpar quirúrgicamente para evitar otro ataque agudo o enfermedad inflamatoria pélvica crónica.
(3) Rotura de absceso: empeoramiento repentino del dolor abdominal, escalofríos, fiebre alta, náuseas, vómitos y distensión abdominal. Si el abdomen se niega a comprimirse o se encuentra en shock tóxico, se debe sospechar la rotura de un absceso. Si la rotura del absceso no se diagnostica y trata rápidamente, la tasa de mortalidad es alta. Por lo tanto, una vez que se sospecha la rotura de un absceso, se debe realizar una laparotomía exploratoria junto con un tratamiento con antibióticos.
Dependiendo de la situación se puede optar por cirugía abdominal o cirugía laparoscópica. El alcance de la cirugía debe considerarse de manera integral en función del alcance de la enfermedad, la edad del paciente y el estado general. El principio es quitar el foco. Las mujeres jóvenes deben tratar de preservar la función ovárica tanto como sea posible y utilizar cirugía conservadora; las pacientes de edad avanzada con afectación anexial bilateral o absceso anexial recurrente deben someterse a histerectomía total y anexectomía doble en pacientes extremadamente débiles y críticamente enfermas; la situación específica. Si el absceso pélvico se encuentra bajo y sobresale hacia el fondo de saco vaginal posterior, se puede drenar el absceso a través de una incisión vaginal y se pueden inyectar antibióticos al mismo tiempo.