Tercera parte de Naming Culture: Investigación sobre la numerología de los nombres
Desde que la madre expulsó a la persona del útero, el nombre se ha convertido en un componente inseparable e importante de la vida. No sólo representa el símbolo de la persona, la diferencia entre las personas, el factor y la entidad indispensable. del ser humano, sino que también representa al ser humano el destino, el carácter, la salud y las complejas relaciones de la existencia humana.
El antiguo sabio dijo una vez: La forma determina el nombre, el nombre determina la materia y la materia prueba el nombre. Es decir, para identificar algo, primero se debe tener su nombre y luego se puede decidir el asunto, sin embargo, el desarrollo, éxito o fracaso de la cosa también puede verificar el nombre; Todo es inherentemente complementario entre sí. Por tanto, los nombres y las cosas también son inseparables. Confucio dijo: Si hay un nombre, hay palabras y hay hechos (hechos). Significa: sólo cuando algo tiene un nombre puede comunicarse a través del lenguaje humano. Si no hay nada en ello, entonces, en primer lugar, no existe. Por lo tanto, un símbolo representa una determinada cosa, y cuando algo existe, se generará un símbolo o nombre para representarlo, por el contrario, un nombre de símbolo también debe representar el contenido y las características de la cosa; El nombre "así llamado" se adjunta al significado real. Es fácil ver que el nombre de una persona es la vida que representa su existencia. A lo largo de los siglos, la gente ha reconocido que el nombre de una persona está estrechamente relacionado con el destino de su vida.
Hay un ejemplo en la balada japonesa "Gazhan" (Que): "La vida es como lentejas de agua que flotan en el agua, a la deriva por todas partes con el viento, y el alma es como un pájaro atrapado en una jaula, esperando extender sus alas, ya no rodeada de abrazos." Tratar el destino de la vida como un trozo de agua revela que los seres humanos corren y trabajan duro para sobrevivir. Por lo tanto, casi todo el mundo en Japón tiene un libro sobre nombresología y la tendencia de cambiar de nombre se ha vuelto popular. Se puede ver que los nombres de las personas y la numerología son un conocimiento especializado.
El nombre está compuesto por palabras. A juzgar por el significado literal, parece que el apellido y el nombre de una persona no tienen conexión con el destino. Son casi arbitrarios y hay un enorme elemento de azar. Sin embargo, a partir del análisis matemático de los trazos de los nombres, se puede calcular el nombre y el destino según ciertas reglas para conocer la relación entre el yin y el yang y los cinco elementos, que determinan la vida.