La conferencia celebrada en Leiden, Países Bajos, dividió claramente todo el cielo en áreas de constelaciones.
La mayoría de estas constelaciones oficiales se basan en la antigua mitología griega transmitida desde la Edad Media. Por el contrario, existen algunas combinaciones de estrellas populares que no se reconocen como constelaciones oficiales, como la Osa Mayor (ver lista de estrellas).
En el universo tridimensional, no existe una conexión necesaria entre estas estrellas. Sus posiciones en la esfera celeste son similares, pero en realidad pueden estar muy alejadas. Si los humanos estuvieran en otro sistema solar de la Vía Láctea, el cielo estrellado que verían sería completamente diferente. Desde la antigüedad, la gente ha estado interesada en la disposición y la forma de las estrellas y, naturalmente, ha conectado algunas estrellas con posiciones similares para formar constelaciones.