Dolor, edema, dureza y dificultad para doblarse debajo de la rodilla.
Se recomienda acudir al hospital para realizar una radiografía de la articulación de la rodilla y realizar un control de rutina para detectar derrame articular de la rodilla. El tratamiento debe comenzar con reposo en cama, levantando la extremidad afectada, comprimiéndola y vendándola con una venda elástica y prohibiendo la carga de peso. Ejercite la función de relajación y contracción de los músculos cuádriceps y levante las piernas estiradas para favorecer la circulación sanguínea y facilitar la absorción del derrame articular. Se puede utilizar la terapia de aplicación externa. La medicina tradicional china puede activar la circulación sanguínea y eliminar la estasis sanguínea, relajar los músculos y activar las colaterales, reducir la inflamación y aliviar el dolor. Cuando hay mucho derrame articular y alta tensión, se puede realizar una punción articular para drenar completamente el derrame y la sangre, y se puede inyectar hialuronato de sodio en la cavidad articular.