Cómo criar al pez Dios de la Fortuna
El pez Dios de la Fortuna no requiere altas temperaturas, solo manténgalo por encima de los 25 ℃. Es necesario calentarlo en invierno para evitar la caída de temperatura. Proporcione tres horas de luz todos los días. Luz suficiente ayudará a aumentar la cantidad de oxígeno disuelto en el agua. Mantenga la mayor parte del agua vieja y agregue agua nueva adecuadamente, pero no reemplace toda el agua en la pecera. Es necesario elegir alimentos con efectos que mejoren el enrojecimiento y luego alimentarlos con alimentos como camarones vivos y peces pequeños.
La cría del pez Dios de la Fortuna no requiere encender las luces durante mucho tiempo. Tiene una fuerte sensibilidad a la luz. El exceso de luz hará que el pez se ponga pálido, pero la luz no lo cegará. Puedes elegir un tubo de luz roja y colocarlo en la pecera. Encienda la luz durante tres horas al día y luego colóquela en un ambiente oscuro.
Temperatura del agua: asegúrese de que la temperatura del agua esté entre 25 ℃ ~ 28 ℃. En estaciones frías como el invierno, se deben tomar medidas de calefacción para garantizar que la temperatura del agua no sea inferior a 25 °C.
Luz: Asegurar al menos tres horas de luz al día para asegurar suficiente oxígeno en el ambiente acuático. Teniendo en cuenta que al pez Dios de la Fortuna le gusta un ambiente oscuro, se recomienda colocarlo en un lugar oscuro en otros momentos.
Cambiar el agua: La calidad del agua limpia puede garantizar el crecimiento saludable de los peces. Al cambiar el agua, no la vierta de una vez. Conserve dos tercios o tres cuartos del agua vieja cada vez que cambie el agua. El agua nueva debe exponerse al sol con antelación para evitar el envenenamiento por cloro.
Pienso: Gusanos rojos, peces pequeños, lombrices, etc. se pueden combinar con piensos que contengan alto contenido en astaxantina. Es un pez omnívoro que come mucho y no sabe si tiene hambre o está lleno. Se requiere un control estricto a la hora de alimentarse, y se recomienda alimentar de 2 a 3 veces al día. Los restos de alimento deben retirarse rápidamente para evitar dañar la calidad del agua.