Los vecinos chismean todos los días
Simplemente acepta lo que él diga y seguirá siendo tu vecino de al lado. Mientras no tengas comunicación con él, él no sabrá cómo es tu familia y habrá menos problemas.
Los humanos son animales sociales. Al igual que los animales comunes, les gustan los grupos pequeños para poder conectarse y ayudarse unos a otros y tener una sensación de estabilidad. Quizás este sea el prototipo del vecino primitivo de la humanidad.
Desde la antigüedad, a las personas les gusta vivir una al lado de la otra. Fue muy animado cuando los vecinos iban y venían, intercambiando bienes necesarios. Es bueno tener vecinos, y algunos vecinos son mejores que las personas de tu propia casa. Te perderás lo que le sucede a tu vecino y tu vecino querrá ayudarte. Este tipo de relación de vecindad parece ser más común en las zonas rurales.
En la ciudad muchas familias viven en el mismo edificio y, aunque vivan enfrente, no saben sus apellidos. Aunque son vecinos, su relación dista mucho de ser rural. No es de extrañar que muchas personas mayores vayan a la ciudad a cuidar a sus hijos y no estén acostumbradas a vivir en la ciudad porque no tienen vecinos en su ciudad natal.
El viejo refrán dice que los parientes lejanos no son tan buenos como los vecinos cercanos, lo que ilustra plenamente la importancia de los vecinos. Sin buenos vecinos, eres insociable y aislado en el pueblo. En las zonas rurales, la relación entre vecinos es la más importante. Estás muy feliz de tener un buen vecino en tu casa. Si te encuentras con un huésped que ignora el mundo y tiene el estómago pequeño, tienes que "aguantarlo".
Hay un proverbio en el campo que dice que el buen vino y la buena comida tratan a los huéspedes lejanos, pero los ladrones invitan a los vecinos prendiéndoles fuego. Los buenos vecinos son su activo. Sin buenos vecinos no habrá buena popularidad. A mayor escala, se trata de conexiones personales. No importa dónde estés, las buenas relaciones interpersonales son tus recursos sociales.