Entonces cada signo del zodíaco es un juego, ¿verdad?
Como todos sabemos, Escorpio es una constelación muy específica. Nacen con razón y son matones racionales. En la vida real todo está organizado y planificado. Les gusta que las cosas salgan según sus planes y odian las cosas inesperadas e incomprensibles. Esto es especialmente cierto cuando ven partidos. Una vez que empiezan a jugar un determinado juego, muchas personas reinician gradualmente la planificación general y la ejecutan paso a paso. Su capacidad de ejecución es particularmente fuerte y nunca se rendirán hasta lograr sus objetivos. Y tienen un fuerte sentido de venganza. Una vez que alguien en el juego los hace enojar, definitivamente se irán a casa con venganza uno por uno. No pueden menospreciarlos, de lo contrario solo pueden abofetearse.
Segundo lugar: Tauro
De hecho, Tauro no es el único en sus pensamientos. La clave es que pueden ser tolerantes. Me temo que nadie de los doce signos del zodíaco puede igualar la resistencia. Por eso se convierten en grandes jugadores. Jugar requiere talento, suerte y resistencia, pero una vez que la emoción desaparece, muchas personas se aburren gradualmente, se sienten atraídas por cosas nuevas o se ven superadas por dificultades anteriores y luego abandonan el juego que están jugando actualmente. Pero Tauro vio esto claramente y derrotó a muchas personas. Debido a esta resistencia, fueron ascendidos de novatos al principio a maestros al final. Porque quienes puedan persistir hasta el final deben ser personas muy sencillas.
Tercer lugar: Capricornio
Capricornio, que es estúpido por naturaleza, en realidad es un novato en el juego. Se puede decir que no importa qué juego juegues, básicamente eres tú quien sufre el abuso y no puedes hacer nada en manos de otros. Pero para una persona con poco talento, persisten hasta el final. Puede que no tengan tanta resistencia, pero pueden soportar la repetición día tras día. Ya sea en la vida diaria o en los juegos, su mentalidad siempre ha sido admirable porque puede tolerar el aburrimiento de la vida y la falta de misterio en los juegos. Por eso, su perseverancia siempre le depara sorpresas inesperadas.