A medida que las personas envejecen, su comprensión de los sueños se vuelve cada vez más limitada, ¿verdad?
Porque a medida que las personas envejecen, su pensamiento se vuelve cada vez más limitado.
Por ejemplo,
Un niño de 10 años puede tener 1.000 sueños.
Cuando tengas 20 años, es posible que aún te queden 900.
A los 60 años, puede que solo sean 100.
Pero no todos son así. Algunos son cada vez más fuertes y sus ambiciones son más altas que el cielo.