Los defectos del sistema de jurado ciudadano en la ciudad-estado de Atenas
En primer lugar, el sistema de jurado ciudadano se basa demasiado en la aleatoriedad. Durante el juicio, los jurados se seleccionan mediante sorteo. Este método es justo y aleatorio, pero puede conducir a un proceso de juicio poco profesional e incluso a un error judicial. Por ejemplo, en el juicio de Sócrates, aunque fue acusado de ser irrespetuoso e irrespetuoso con los nuevos dioses, el jurado finalmente lo condenó por 280 votos contra 220, lo que obviamente fue injusto.
En segundo lugar, el sistema de jurado ciudadano también adolece de ineficiencia. Cada caso requiere la reorganización de los jurados y el proceso judicial es complicado, lo que resulta en una baja eficiencia judicial. Además, debido al número limitado de jurados, el juicio de cada caso requiere mucho tiempo y energía, lo que también conducirá a una disminución de la eficiencia del juicio.
Finalmente, el sistema de jurado ciudadano carece de jueces profesionales que tomen decisiones y depende enteramente de referendos, lo que puede conducir a escalas de castigo irrazonables y afectar la imparcialidad y el profesionalismo del juicio.
En definitiva, aunque el sistema de jurado de ciudadanos de la ciudad-estado ateniense tiene ciertas ventajas, no se pueden ignorar sus deficiencias.