El primer apellido de los niños nacidos en el Año del Caballo es Wei.
Hay un dicho famoso en la antigüedad: "Todo lo que tiene un nombre debe tener realidad, y se le llama el verdadero huésped. La realidad es lo principal, y". se llama objeto. La reputación de una persona debe estar determinada por sus esfuerzos y logros reales, no por su nombre. Un caballero se esfuerza constantemente por superarse. Debemos distinguir las prioridades de los nombres, entender que la vida debe basarse en la fuerza personal, complementada con buenos nombres, y nunca anteponer el carro al caballo debido a los nombres supersticiosos.