¿Aún recuerdas a ese compañero inolvidable en la escuela secundaria?
Mi compañera de escritorio es una entusiasta de la comida y su mesa está llena de bocadillos. Una vez en clase, quiso robarlo, pero tenía miedo de ser descubierta por la aguda maestra, así que metió la cabeza en el escritorio y se lo comió felizmente.
El resultado fue muy triste, la cabeza era demasiado grande para sacarla... ¡Al final, la maestra y varios compañeros varones fuertes se la sacaron como una zanahoria!