Cómo enfrentarse a varios jefes
En primer lugar, jefes arrogantes
La razón por la que algunas personas son arrogantes es porque tienen condiciones superiores que otros no pueden igualar, o tienen una inteligencia superior. Las personas arrogantes tienen más probabilidades de dañar la autoestima de otras personas, lo cual es repugnante.
Entonces, si tu jefe es esa persona, en lugar de intentar ganarse el favor de los demás, es mejor ceñirte a tu puesto y disfrutarlo. De esta manera, aunque otros sean arrogantes, no pueden concentrarse en aquellas personas mezquinas que están ávidas de sus propias carreras y excluir por completo a los caballeros que buscan trabajo. Debes mostrar tus habilidades únicas cada vez que tengas la oportunidad. Mientras tengas talento, no tienes que preocuparte de que él no te tenga un respeto especial.
Segundo, jefe falso
¿Cómo lidiar con un jefe hipócrita? Este es un tema difícil porque este tipo de jefe es muy agradable hasta que se revelan sus verdaderos colores, pero una vez que se revelan sus verdaderos colores, será repugnante. Después de ver sus verdaderos colores, pocos subordinados pueden mantener la calma. Se enfadarán, se resistirán, siempre querrán exponer a su jefe.
Pero esto es en vano, porque es posible que no sientas que cuanto menos te guste ese jefe, mejor para él. Los altos ejecutivos desconfían de los hombres hipócritas, porque si todos piensan que esta persona es buena, los altos ejecutivos pueden tener miedo de que los hipócritas los reemplacen. Pero si a los subordinados no les agrada e incluso lo informan maliciosamente, entonces la alta dirección pensará que este hipócrita puede ser controlado y se sentirá aliviado.
Por lo tanto, cuanto más disgustados estén los subordinados con el jefe hipócrita, más fuerte será su estatus. Desde esta perspectiva, si no te agrada, no habrá ninguna diferencia. Al contrario, cuanto menos te guste, más daño te harás a ti mismo. No lo olvides, los jefes hipócritas son una versión mejorada de los jefes de mente estrecha, por lo que no importa lo amables que parezcan, siempre son vengativos en sus corazones. Si lo ofenden una vez, siempre recordará lo amable que fuiste con él.
El jefe puede hablar mal de ti a tus espaldas y demandarte desde arriba. El jefe puede designar a Ma Zi para que lo arrastre hacia abajo, incluso a costa de arrastrar hacia abajo los proyectos de la empresa; el jefe puede ayudarlo abiertamente y lastimarlo en secreto, haciéndole imposible completar su trabajo; el jefe puede tenderle trampas; saltar y morir lentamente.
Como subordinado, un subordinado moralista, ¿qué puedes hacer? Podrías escribir una carta anónima o reunirte con un grupo de compañeros de trabajo para maldecir. A lo sumo, serán tratados con frialdad y negativamente, pero ¿cuál de estas cosas puede dañar los cimientos de un jefe hipócrita?
De hecho, un jefe hipócrita puede matarte si haces una cosa, pero para él es sólo cuestión de esfuerzo hacer diez cosas. Esta es una guerra desigual. Desde la perspectiva de los valores, el carácter, la moralidad, el poder, los recursos, etc., los subordinados son todos hormigas y serán pisoteados hasta la muerte por jefes hipócritas en cualquier momento.
En tercer lugar, el jefe egoísta
Un jefe egoísta a menudo sólo considera sus intereses personales. Nunca piensa en los problemas desde un punto de vista colectivo, y mucho menos por el bien de sus subordinados. Para satisfacer sus intereses personales, puede ignorar al colectivo o a sus subordinados, o incluso sacrificar al colectivo o a sus subordinados.
Cuando te llevas bien con un jefe egoísta, debes prestar atención a:
1. Vive una vida completamente limpia
No puedes ser un tigre. . Este hombre egoísta puede hacer cualquier cosa. Puede que te dé la mitad de sus ganancias personales, pero cuando se despierte la indignación pública, también te echará como chivo expiatorio. Después de todo, el mandato de su jefe no es tan largo como su reputación, por lo que no puede aceptarlo.
Protesta silenciosa
Si lo que hace es realmente excesivo, puede utilizar el silencio para expresar una protesta silenciosa. Un jefe inteligente comprenderá el significado del silencio de sus subordinados.
3. En principio, acéptalo para tu jefe.
En algunos casos, los subordinados no deben asumir fácilmente la culpa de sus superiores, como accidentes graves, accidentes que han causado grandes pérdidas económicas o impacto político y cosas que han violado la ley. En estas situaciones, si todavía estás encubriendo la verdadera identidad de tu jefe, o incluso echándote la culpa a ti mismo, las consecuencias serán desastrosas y te harán daño, y no vale la pena sacrificarte por un jefe así.
Cuarto, el jefe quisquilloso
Lo más problemático es conocer a un jefe quisquilloso. Debido a su existencia, a menudo te encuentras en un estado de falta de confianza, porque él siempre amortigua tus emociones.
Por ejemplo, está claro que usted manejó un asunto en total conformidad con sus instrucciones, y luego él lo acusó de manejo inadecuado, le dijo el contenido y el formato mecanografiado del oficio, y cuándo; se la mostró para que la firmara y le dijo que debía volver a escribir la carta; usted desempeña un trabajo altamente profesional, pero su jefe, que sabe poco sobre su profesión, está "inquieto" por su capacidad. Hay muchos más ejemplos.
Cuando trabajo con un jefe quisquilloso, siento que se me ponen los pelos de punta, ni a izquierda ni a derecha, y a él no le gusta lo que hace.
5. Jefe insidioso
Una persona así es tu jefe, pero en realidad es la desgracia de tu vida. Si no tienes cuidado, podrías convertirte en el objetivo de su venganza. Para llevarse bien con un jefe así, tienes que trabajar duro, obedecer sus instrucciones, vender tu fuerza, ocultar tu sabiduría y trabajar duro para ganarte su favor. Ocultar tu sabiduría te hará fácil ser alegre y no te impedirá ser alegre ni tendrás celos de ti.
De esta manera, es posible que puedas vivir en paz. Un lugar como este no es un buen lugar para quedarse por mucho tiempo. Si quieres comportarte, te aconsejo que hagas planes para volar lo antes posible.
6. Jefe testarudo y codicioso
El deseo egoísta de un jefe testarudo y codicioso es demasiado fuerte, como un pozo sin fondo que nunca podrá llenarse con insatisfacción. Su codicia no conoce límites. Estas personas, que utilizan la generosidad del país y de las empresas para llenarse los bolsillos, son un gran gusano en la sociedad.