Tres personas cotilleando
Estaba bien cuando no estábamos en la universidad. Tenemos clases juntos todos los días. El mismo horario, el mismo círculo social y los mismos chismes son suficientes para estrechar nuestra relación. Pero aun así, a veces después de estar de regreso por más de una semana debido a una enfermedad, encontrarás que la relación entre ellos es mejor. Si te sales de su trayectoria vital, hay muchísimos temas en los que no podrás abordar. Esta situación se vuelve más común en la universidad. Al comienzo del primer año, las personas tienden a hacerse amigas de sus compañeros de cuarto primero. Tres o cuatro personas hacen todo juntas, no por la compatibilidad de personalidades, perspectivas de la vida o los mismos intereses y pasatiempos, sino porque están en el mismo lugar. En el mismo dormitorio, las niñas son todas animales que tienen mucho miedo de estar solas. Si no juegas con tus compañeros de cuarto, ¿quién te pedirá que estudies por la mañana, que te sientes en clase o incluso que comas y vayas al baño? Cuando estás solo, pareces sentir lo que te rodea.
Poco a poco, las diferencias en los hábitos de vida, las perspectivas de la vida y los círculos sociales se fueron haciendo evidentes. Los compañeros de cuarto asignados al azar por la escuela no pueden cumplir con sus requisitos de amigos. Empezamos a acercarnos cada vez más a las personas con las que realmente nos llevábamos bien y nuestro pequeño círculo se hizo cada vez más evidente. También empiezas a tener amigos con ideas afines y podéis hacer lo que queráis juntos sin tener que atender deliberadamente las preferencias de cada uno... El ritmo de cada uno es diferente. Las personas que solían llevarse bien también tendrán desacuerdos algún día. Las tres personas que alguna vez fueron inseparables ahora tienen a alguien que es más compatible entre sí. Lo que más temo cada vez es que haya dos personas en el autobús, solo dos personas puedan caminar seguidas al subir las escaleras, y en la clase de educación física haya juegos de dos personas... Empiezo a ponerme nervioso cuando Me uno a un grupo y me sigo preguntando ¿quién soy yo el que quedó excluido? Las chicas saben más. Lo que más odian es que cuando son tres, de repente otras dos personas les susurran. Bueno, al final, como fui muy amable, seguí diciendo: "Somos tres, en parejas, y yo seré compañero de la maestra". Después, hubo demasiadas palabras como esta: "Vayan ustedes dos". a cenar primero, tengo algo más que hacer tú. Vas a llegar tarde, ustedes dos se van primero, y yo llegaré pronto, ustedes dos van de compras, y yo tengo que ir a clase el fin de semana;...
Cuando nos volvimos a juntar los tres cuando estábamos libres, descubrí que siempre estaban charlando, pero no pude entrar en la conversación y caminé en silencio.
He experimentado el dolor de estar aislado y excluido, y lo entiendo. Pero no quiero aconsejarte que cambies, te comprometas o intentes encajar en su círculo. Lo que quiero decir es que nadie quiere excluir o aislar a nadie deliberadamente. Todo el mundo elige como amigos a las personas que más le gustan y nadie se equivoca. Nunca te cambies por el llamado gregarismo, sé tú mismo y podrás esperar a tu mejor amigo.