¿Cómo ser un buen vendedor de inversiones?
1. Descubra más oportunidades comerciales, comuníquese más con los clientes y mantenga amistades amistosas.
2. Ya sea que esté a cargo de un país o de una determinada región, el vendedor debe saber lo que está haciendo. Debe dejar escapar los datos detallados de su año objetivo, mes, intención y firma del contrato. . Debe tener un contexto claro en mente y debe clasificar a estos clientes previstos.
3. Recuerda siempre lo que quieres hacer y lo que el cliente quiere hacer, divide en tu mente lo que quieres hacer y lo que puedes hacer, y llámalo en cualquier momento para ver si hay algo que hacer. Hay objetos que se pueden desarrollar y oportunidades de negocio que se pueden desarrollar, los detalles deben considerarse cuidadosamente.
Autogestión del personal de ventas
1. Gestiona bien tus emociones.
Lo que haces no es santo, lo que significa que la gente siempre cometerá errores. Los humanos no somos plantas ni árboles, es decir, los humanos tenemos sentimientos, emociones y emociones.
Si una persona no puede gestionar bien sus emociones, no se preocupará por sus propios pensamientos y acciones. Como vendedor, no puedes permitirte estar demasiado deprimido, por lo que estarás irritable, irritable o frustrado, porque esto no solo recompensará a tus clientes, sino que también te lastimará a ti mismo.
2. Infectar a los clientes con emociones positivas
Las personas son animales emocionales, y los clientes también. Las ventas son la transmisión de información y un cambio de humor. Las estrategias de compra de la mayoría de las personas se basan en las emociones. Basado en la sensibilidad. Los vendedores nunca deben transmitir malos sentimientos a los clientes. Porque los resultados de hacerlo sólo serán: primero, ventas abortadas; segundo: dejar una mala impresión a los clientes.
3. Generar confianza
En el campo de las ventas, es imposible lograr ventas sin confianza mutua, así que sea honesto con los demás.
4. Compromisos y transacciones
La clave de una promesa es cumplirla. Debe ofrecer a los clientes una garantía de que no habrá riesgos cuando compren sus productos y que sus productos pueden ser realmente útiles para los clientes. Al hacer promesas, tenga cuidado de no hacer promesas que no pueda cumplir.