¿Por qué se llama a la lechuga la "verdura dorada"? ¿Cuáles son algunas recomendaciones de recetas crujientes, deliciosas y no grasosas?
El jugo de lechuga es rico en sabor y puede aliviar los síntomas del fuego hepático. El otoño seco hace que sea más fácil enfadarse. Comer más lechuga puede reponer agua y reducir el calor interno. Comer más frutas y verduras frescas, especialmente lechuga, que contiene muchas veces más vitamina C que otras verduras, es beneficioso para la prevención y curación de las úlceras bucales. Se puede decir que todo el cuerpo está lleno de tesoros, ricos en vitaminas, proteínas, minerales, etc. Entre ellos, el contenido de potasio es relativamente alto, lo que es bueno para la hipertensión arterial y el corazón. También está el flúor, que puede participar en la formación del esmalte dental y la dentina, y participar en la función de los huesos, lo que es más adecuado para los niños. La forma más nutritiva y deliciosa de hacer lechuga es comerla fría. No sólo tiene un sabor crujiente y tierno, sino que no se pierden sus nutrientes.
Lechuga fría: Refrescante y calmante, el método es sencillo. Primero, pela los tallos de la lechuga y luego corta la carne del tallo en tiras. Luego, agregue lechuga rallada, ajo picado, chiles secos y chiles rojos rallados, vierta aceite caliente, agregue una cantidad adecuada de sal, glutamato monosódico y vinagre maduro y finalmente revuelva uniformemente antes de usar. Esta lechuga fría es fresca y refrescante, muy apetecible en verano.
Revuelto de lechugas: Esta combinación es más deliciosa que el revuelto de melón amargo. La combinación perfecta de ambos hace que los huevos sean más deliciosos y la lechuga más crujiente. El método es muy sencillo, basta con sofreír los huevos para que se solidifiquen, sacarlos, luego sofreír las rodajas de lechuga cortadas y ponerlas en la olla, sofreír los huevos y agregar los ingredientes. Este proceso requiere sofreír a fuego alto, para que la lechuga frita quede más crujiente y deliciosa.
Lechuga salteada: Pelar las hojas y pelar la lechuga, cortar las raíces y lavarlas, cortarlas en rodajas finas en diagonal, ponerlas en un recipiente, blanquearlas en agua hirviendo y sacarlas; cortar las cebollas en polvo; calentar la ensalada en una sartén con aceite, agregar el chile y sofreír hasta que esté fragante; retirar el chile, agregar la cebolla verde picada al gusto; agregar la lechuga y sofreír uniformemente. Finalmente agregue sal, salsa de soja y glutamato monosódico y saltee hasta que esté cocido. Podemos saltear lechuga utilizando tallos pelados u hojas de lechuga, pero ambas son fáciles de saltear, como cualquier otra verdura verde. Cuando freímos los tallos de lechuga, también podemos freírlos con el cerdo, para que la lechuga quede fragante y crujiente.