Sea discreto cuando llegue el momento de ser discreto y sea inequívoco cuando llegue el momento de promocionar. Estas constelaciones se están moviendo hacia la cima de la pirámide paso a paso.
Tauro ama el dinero y está interesado en el dinero. Esto es obvio para todos y es bien conocido por todos. Tauro gobierna la segunda casa financiera y representa la riqueza. Tauro siempre piensa en dónde puede ganar más dinero y vivir una vida mejor. Pero nunca se jactan ni se elogian. El silencio de los signos de tierra hace que a Tauro no le guste expresarse, pero hace las cosas con alto perfil. Pueden ser serios, meticulosos y extremos en las cosas, pero son muy discretos y pueden completar sus objetivos paso a paso.
Si crees que Leo es un signo arrogante al que le gusta expresarse y le gusta competir con los demás, estás totalmente equivocado. Aunque Leo tiene una gran autoestima y guarda las apariencias, también puede protegerse a sí mismo. Leo gobierna la quinta casa del amor y la familia. Este es el lugar más suave de Leo y necesita ser protegido durante toda su vida. A veces pueden ser dominantes, pero otras veces pueden guardar silencio. Para conseguir lo que quiere, Leo puede estirarse o doblarse, ser público o discreto y llegar paso a paso a la cima de la pirámide.
En la vida real, Piscis siempre está ocioso y no le interesa nada. No parecen tan concentrados, no parecen tan fuertes, siempre están serios. Pero esto es sólo un fenómeno superficial de Piscis, sólo un disfraz superficial. Piscis rige la misteriosa casa duodécima, que representa las habilidades desconocidas de una persona. Entre semana, Piscis acumulará fuerzas y observará. Como dice el refrán, sólo conociéndose a sí mismo y al enemigo se pueden ganar cien batallas. Esto le permite a Piscis competir con otros y ganar lo que quieran más adelante. La sensibilidad e intuición de un signo de agua le permite a Piscis aprovechar la oportunidad para explotar en el momento adecuado y dejar brillar su estilo.
En definitiva, hagas lo que hagas, todo el mundo debe tener un título. Cuando llega el momento de mostrarse, cuando llega el momento de esconderse, hay que esconderse. No necesitamos ser demasiado ostentosos o de alto perfil, pero tampoco necesitamos actuar con el rabo entre las piernas. La verdadera fuerza no es para que otros la vean, sino una forma de hacer realidad tus sueños. No debemos esforzarnos por tener presencia, sino hacer sentir nuestra presencia a los demás. Al igual que las tres constelaciones anteriores, acumularán fuerza, se protegerán y, cuando llegue el momento, explotarán.