Se ha descubierto un gas altamente tóxico en la atmósfera de Venus, excluyendo procesos no biológicos. ¿Es el destino de Venus?
Debido al extremo efecto invernadero provocado por una gran cantidad de dióxido de carbono, la temperatura de toda la superficie de Venus alcanzó los 464°C. A estas temperaturas extremas no existiría agua líquida. Anteriormente, los astrónomos pensaban que Venus era como un horno y no podía albergar vida.
Sin embargo, los astrónomos hicieron recientemente un descubrimiento importante en Venus que puede convertirse en un hito en la búsqueda de vida extraterrestre por parte de la humanidad. Según un estudio recién publicado en Nature Astronomy [1], los astrónomos están entusiasmados por haber detectado fosfina (PH3, o fosfina) en la atmósfera de Venus, con un contenido de hasta 200 millones de partes.
Entonces, ¿qué significa el descubrimiento de la fosfina? ¿Por qué es este un descubrimiento significativo?
En planetas terrestres como la Tierra y Venus, es casi imposible que procesos naturales no biológicos produzcan fosfina. En la Tierra, la fosfina se produce biológicamente o la preparan los humanos mediante reacciones químicas. Antes de esto, la Tierra era el único planeta rocoso donde se encontraba fosfina porque aquí existía vida.
La fosfina puede reaccionar violentamente con el oxígeno para formar ácido fosfórico. La fosfina es un gas muy tóxico, pero los microorganismos anaeróbicos no le temen. Además, la fosfina que se encuentra naturalmente en la Tierra es producida por microorganismos anaeróbicos y los científicos no han encontrado otras formas de producir fosfina de forma natural.
Un estudio de 2019 publicado en Astrobiology señaló que la fosfina se puede utilizar como gas biomarcador en la atmósfera de exoplanetas. La fosfina tiene tres fuertes firmas espectrales que la hacen fácilmente distinguible de otros componentes atmosféricos.
La fosfina se descompone fácilmente bajo la luz de las estrellas. Si se puede detectar una gran cantidad de fosfina en la atmósfera, significa que debe tener una fuente persistente y sólo puede ser producida allí por vida anaeróbica. Por lo tanto, la fosfina se considera una señal importante en la búsqueda de vida extraterrestre.
En el nuevo estudio, astrónomos del MIT y la Universidad de Cardiff confirmaron la presencia de fosfina en el espectro de la atmósfera de Venus, en niveles de 20 ppb. Debido a que Venus está muy cerca del sol, recibe una fuerte radiación solar y la atmósfera de Venus es ácida. La fosfina reaccionará rápidamente en este entorno.
Si la fosfina en la atmósfera de Venus se produjo hace mucho tiempo, hoy sería imposible para los astrónomos detectarla. Así pues, la fosfina en la atmósfera de Venus acaba de producirse y todavía se sigue produciendo.
Para esto, los astrónomos primero consideraron otras posibles explicaciones además de la vida, incluyendo la química atmosférica, la química superficial y subterránea, los volcanes que expulsan fosfina de Venus y los meteoritos que traen fosfina a Venus desde el exterior. Las placas tectónicas de Venus deslizándose unas contra otras, el viento solar y más.
Se descubrió que, aunque algunos de estos procesos pueden producir pequeñas cantidades de fosfina, la cantidad de fosfina es varios órdenes de magnitud menor de lo que realmente se encuentra, y los astrónomos no pueden explicar la inusual abundancia en la atmósfera de Venus. con procesos no biológicos. En otras palabras, la fosfina en la atmósfera de Venus puede haber sido producida por vida en Venus.
De hecho, investigaciones anteriores han demostrado que existe un entorno químico complejo en la atmósfera de Venus, donde hay temperatura y presión adecuadas, y existen condiciones para nutrir la vida. En el futuro, los humanos podrán lanzar allí sondas para buscar directamente vida en Venus. Si finalmente se puede demostrar que existe vida en la atmósfera de Venus, esta investigación se convertirá sin duda en el punto de partida para que la humanidad busque vida extraterrestre.
Referencias
[1] Jane S. Greaves, Anita M. S. Richards, William Bains et al., Gas fosfina en la cubierta de nubes de Venus, Nature Astronomy, 2020, doi: 10.1038 /s 41550-020-1174-4.
[2] Clara Sousa-Silva, Sara Seager, Sukrit Ranjan et al., La fosfina como gas biomarcador en atmósferas de exoplanetas, Astrobiología, doi: 10.1089/ast.